domingo, 29 de abril de 2012


ANÁLISIS POBLACIONAL DEL DISTRITO DE BARRANQUILLA (COLOMBIA)

Juan Manuel Alvarado
jmalvarado@uninorte.edu.co

Las transformaciones demográficas son uno de los actores principales del desarrollo de una ciudad o país al moldear las necesidades de los habitantes de un país o territorio de acuerdo a su estructura por cohortes de edad. Actualmente Colombia, Latinoamérica y por tanto sus ciudades están viviendo un cambio demográfico que ya tuvo lugar en Europa años atrás: cada año que pasa es menor la proporción de jóvenes como porcentaje de la población total, aumenta la proporción de personas en edad adulta, y todavía la proporción de las personas mayores de 65 años sigue siendo baja.

Estos cambios en la estructura poblacional de menos niños y más adultos con respecto al total de la población ofrece una oportunidad única a las ciudades y países para lograr desarrollarse. Durante este lapso de tiempo la relación entre número de adultos en edades productivas frente a niños y jóvenes disminuirá, y la relación frente a los adultos mayores seguirá siendo baja.  Esto significa una mayor proporción de personas haciendo parte de base tributaria potencial, personas que en su gran mayoría tendrán pocos niños y adultos mayores que atender en comparación con décadas pasadas. Es una etapa que tendremos la oportunidad de tener una alta proporción de personas trabajando, generando ingresos,  pagando impuestos y con mayor capacidad de ahorro.

Pero estos cambios demográficos se llevan a cabo en distintas velocidades y han tenido lugar primero en unas ciudades que en otras debido a los diferentes comportamientos de las variables demográficas en el territorio (natalidad, mortalidad, migraciones), por lo que es importante identificar en que etapa se encuentra el cambio demográfico y como es la estructura poblacional en el territorio a estudiar. Adicional a esto, debido a que la estructura poblacional está en constante cambio, no se pueden realizar planificaciones de mediano y largo plazo y pensar en temas de ciudad sin tener en cuenta el cambio en la estructura poblacional por cohortes de edades.

Las modificaciones en la estructura poblacional de una ciudad o país dependen de los cambios que han tenido lugar en décadas pasadas en materia de mortalidad y fecundidad en ese territorio, por tanto la estructura poblacional es difícil de modificar en el corto plazo, y más bien sus efectos son visibles en el largo plazo. Por ejemplo políticas educativas y de control de natalidad en adolecentes que conllevan a la reducción de la tasa de natalidad tiene efectos en el largo plazo al tener una menor proporción de niños que educar y una menor proporción de personas que tener que enrolar en el sector productivo cuando esa persona se encuentre en edad de trabajar.

Indicadores poblacionales

A continuación se presentaran algunos indicadores demográficos que dan cuenta de la estructura poblacional del Distrito de Barranquilla, y se compararan con las cifras presentadas en el país como conjunto, y en ciudades tales como Bogotá y Bucaramanga basados en las proyecciones DANE de población para el año 2010 en cada ente territorial. En los casos de Barranquilla y Bucaramanga los datos se refieren al territorio municipal como tal y no a su área metropolitana.

El primer indicador a mostrar es la composición de pirámide poblacional, la cual muestra como se encuentra distribuida la población de acuerdo a su estructura etaria (rangos de edad por cada cinco años).  Esta pirámide presenta los porcentajes que tiene cada cohorte de edad con respecto a la población total en 2010 en el distrito de Barranquilla. Según las proyecciones DANE en ese año el 35,2% de la población estaban entre los 0 a 19 años, el 57,9% entre los 20 a 64 años y los mayores de 65 años correspondían al 6,9% de la población, y en donde el 51,6% de sus habitantes son mujeres mientras que el 48,4% son hombres.

Si tenemos en cuenta la proporción de población de acuerdo a los rangos de edades (cohortes) encontramos que Barranquilla es una ciudad que tiene relativamente  un mayor porcentaje de jóvenes que ciudades como Bucaramanga en donde el porcentaje de personas entre 0 a 19 años es del 32,1%, de 20 a 64 años  de 59,7% y mayores de 65 años  el 8,1%; y de Bogotá la cual presenta un porcentaje de personas entre 0 a 19 años del 33,6%, de 20 a 64 años de 60,1% y mayores de 65 años el 6,3%; pero mayor a las cifras que presenta el país como tal en donde el porcentaje de personas entre 0 a 19 años es del 38,2%, de 20 a 64 años  de 55% y mayores de 65 años  el 6,7%.

Estas diferencias  en los porcentajes con cohortes de edad se ven reflejadas en la edad promedio de la población. Para el año 2010 la edad promedio de la población en Colombia era de 30,2 años, en Bogotá de 31,6 años, en Barranquilla de 31,1 años y en Bucaramanga de 32,7 años.

Gráfico. Pirámide poblacional Barranquilla


Fuente: DANE, proyecciones poblacionales 2010

Para comprar a Barranquilla con otras ciudades, se tomaron varios indicadores utilizados a nivel mundial para comparar y conocer la estructura poblacional de los territorios.  Revisando el índice de envejecimiento, el cual presenta el grado de envejecimiento de la población y se calcula dividiendo el número de habitantes mayores de 65 años entre los niños y jóvenes menores de 15 años, se observa que Bucaramanga presenta un mayor porcentaje de adultos mayores frente a ciudades como Bogotá, o Barranquilla o el país como tal. 

Mientras que en Colombia hay 23,5 adultos mayores de 65 años por cada 100 niños y jóvenes menores de 15 años, en Barranquilla el índice se ubica en 26,1, Bogotá en 25,6 y Bucaramanga en 34,8; esto se traduce a que en Colombia hay 4,2 niños menores de 15 años por adulto mayor de 65 años, en Bogotá 3,9, en Barranquilla 3,8 y en Bucaramanga 2,9.  

Los resultados de este indicador muestran que en Colombia la proporción de niños frente a los adultos mayores aun el alta, pero que en las ciudades este porcentaje es levemente menor pareciéndose mucho en este aspecto Bogotá y Barranquilla pero alejándose de Bucaramanga en donde el porcentaje de adultos mayores con respecto a los niños es mayor. Es importante resaltar que el índice de envejecimiento va creciendo a medida que evoluciona la población en la transición demográfica debido a la caída de la tasa de natalidad y debe entenderse como la comparación del número de niños frente al número de ancianos en el territorio.

Otro indicador a tener en cuenta es la razón de dependencia, el cual se calcula como la división del número de habitantes mayores de 65 años y menores de 15 años sobre el número de habitantes en los 15 a los 64 años. Este indicador muestra una relación de dependencia potencial de cuantas  niños menores de 15 o ancianos debe mantener o hacerse cargo en promedio una persona mayor de 15 y menor de 65 años. Esta relación es potencial ya que no todas las personas mayores de 65 o menores de 15 están fuera del mercado laboral, y no todas las personas entre 15 a 64 se encuentran  económicamente activas, pero si es bastante útil para cuantificar que tanto pesa la población que no está en edad de trabajar frente a la que sí lo está. A diferencia del indicador anterior que comparaba los grupos de edades de jóvenes y adultos mayores, este indicador compara el tamaño de los adultos mayores y niños frente al tamaño del grupo de adultos entre los 15 a 64 años.

Mientras que en Colombia a 2010 la razón de dependencia era de 54,6 niños menores de 15 y adultos mayores de 65 años por cada 100 adultos mayores de 15 a menores de 64 años, en Bogotá era 45, en Barranquilla 49,8 y en Bucaramanga 45,9. Este indicador muestra que en Barranquilla el peso de la población joven y de adultos mayores es superior a las ciudades de Bogotá y Bucaramanga. Entre mayor sea la razón de dependencia mayor carga potencial tendrán los adultos en esa ciudad. En las ciudades latinoamericanas una alta razón de dependencia se debe más que todo al todavía alto porcentaje de la población menor de 15 años ya que el porcentaje de ancianos en estas ciudades todavía sigue siendo relativamente bajo.

El índice de estructura de la población en edad activa muestra el grado de envejecimiento de la población en edad activa y se obtiene dividiendo el número de habitantes entre los 40 y 64 años sobre el número de habitantes entre los 15 a 39 años. Para calcular este índice comparamos el tamaño de la generación en edad de trabajar más joven sobre el tamaño de la generación en edad de trabajar con mayor edad. Entre menor sea el índice, más joven es la estructura de la población en edad de trabajar en ese país o territorio.

En Colombia el índice de estructura de la población activa es de 0,61, es decir que el tamaño de la cohorte de población en edad de trabajar más joven (de 15 a 39 años) es muy superior al tamaño de la cohorte de personas en edad de trabajar con mayor edad (de 40 a 64 años) y el cual se puede leer como por cada 100 personas entre los 15 a 39 años hay 61 personas entre los 40 a 64 años.  Las otras ciudades colombianas que estamos tomando como comparación tienen resultados similares: el Bogotá  y Bucaramanga el índice toma el valor de 0,65 y en Barranquilla de 0,63.

El Índice de reemplazamiento de la población en edad activa muestra a que porcentaje corresponde la proporción de personas que están a punto de salir de la edad de trabajar con la cohorte  de edad que en la práctica esta con mayores posibilidades de entrar al mundo laboral. El cálculo de este índice corresponde a la división del número de habitantes en la cohorte de los 60 a 64 años sobre el número de habitantes entre los 15 a 19 años.

En Colombia el índice de reemplazamiento de la población en edad activa se ubica en 32,1 resultados el cual se puede leer de la siguiente manera: por cada 100 habitantes entre los 15 a 19 años hay en el país 32,1 habitantes entre los 60 a 64 años. En Bogotá el índice se ubico en 37,5, en Bucaramanga en 39,5 y en Barranquilla en 35,9.

El Índice de Fritz muestra la proporción de la población en la cohorte de 0 a 19 años en relación con la cohorte de 30 a 49 años la cual se toma como base cien. Si el índice es mayor a 160 la población es considerada como joven, si se encuentra entre 60 a 160 como madura, y si es menor de 60 se considera vieja.

Según esto Colombia y las ciudades que estamos usando como comparación se encuentran en edad madura. El valor del Índice de Fritz en Colombia según los datos de 2010 fue de 146,7 mientras que en Bogotá fue de 114,1, en Barranquilla de 129,4 y en Bucaramanga de 116. Esto se puede inferir que hay ciudades en donde la población está más madura que en otras pero en general su población ya no es joven y todavía le hace falta varios años de transformación de la estructura poblacional para ser considerada como vieja.

El Índice de Sundbarg se calcula tomando como base el número de habitantes entre los 15 a 49 años, comparándolo con los grupos de 0 a 14 años y de mayores de 50 años. Se define que si el porcentaje de los menores de 15 años con respecto a la población de 15 a 49 años supera al de los mayores de 50 años, la población es de carácter progresivo, si se igualan es estacionaria y si el grupo de mayores de 50 años supera al de los jóvenes entonces es regresiva.

En el caso de Colombia, el porcentaje de habitantes entre los 0 a 14 años es del 54% frente al 36% correspondientes a los mayores de 50 años por lo cual la población se considera como progresiva, al igual que en Bogotá en donde el porcentaje de habitantes entre los 0 a 14 años es del 44% frente al 35% correspondientes a los mayores de 50 años, en Barranquilla el porcentaje de habitantes entre los 0 a 14 años es del 49% frente al 36% correspondientes a los mayores de 50 años, y en Bucaramanga el porcentaje de habitantes entre los 0 a 14 años es del 42% frente al 39% correspondientes a los mayores de 50 años por lo que se puede considerar estacionaria.

El índice de Burgdöfer compara el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años frente a la población de 45 a 64 años. Si la población joven es mayor que la población adulta en esos rangos de edad se considera que la población es joven, si son aproximadamente iguales se considera a la población madura, y si es menor se considera a la población vieja.

En Colombia el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años el del 19% mientras que la población entre los 45 a 64 años es del 18%, por lo que la población puede considerarse como madura. En el caso de Bogotá el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años el del 17% mientras que la población entre los 45 a 64 años es del 20%, por lo que la población puede considerarse como madura tendiendo a vieja, en Barranquilla el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años el del 18% mientras que la población entre los 45 a 64 años es del 19%, por lo que la población puede considerarse como madura, y en Bucaramanga el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años el del 16% mientras que la población entre los 45 a 64 años es del 22%, por lo que la población puede considerarse como madura tendiendo a vieja.

Tabla X. Indicadores demográficos de Colombia, Bogotá, Barranquilla y Bucaramanga

INDICADOR
COLOMBIA
BOGOTÁ
BARRANQUILLA
BUCARAMANGA
Edad Promedio
30,2
31,6
31,1
32,7
Índice de envejecimiento
23,5
25,6
26,1
34,8
Número de menores de 15 años por adulto mayor de 65 años
4,2
3,9
3,8
2,9
Razón de dependencia
54,6
45,0
49,8
45,9
Índice de estructura población activa
0,61
0,65
0,63
0,65
Índice reemplazamiento población activa
32,1
37,5
35,9
39,5
Índice de Fritz
146,7
114,1
129,4
116,0
% población entre los 0 a 14 años
54%
44%
49%
42%
% población mayores de 50 años
36%
35%
36%
39%
Índice de Sundbarg
progresiva
progresiva
progresiva
estacionaria
% Población 5 a 14 años
19%
17%
18%
16%
% población 45 a 64 años
18%
20%
19%
20%
índice de Burgdöfer
madura
madura
madura
madura
Fuente: Datos DANE, cálculos propios

Proyecciones poblacionales

Revisando la proyección de la población hacia 2020 y la evolución desde el año 1985 de la estructura poblacional, se observa como la proporción de jóvenes en las ciudades colombianas con respecto al tamaño de la población total cada vez va a ser menor y el tamaño de la población adulta de 19 a 64 años y mayor de 65 años va a crecer. Esto significa que en nuestras ciudades cada vez va a haber menos niños que atender en el sector educativo, ya que hacia 2020 va a haber menor proporción de niños con respecto a la población total que ahora, niños que también podremos educar mejor si aumenta el empleo, ya que aumentaran la proporción de personas en edades productivas lo que puede llevar a un aumento de la recolección de impuestos.

Si observamos la evolución de los porcentajes de jóvenes, adultos y adulto mayor desde 1985 hasta la proyección que elaboro el DANE a 2020 se observa que mientras que en Colombia en 1985 el 48% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 48% estaba entre 20 a 64 años y el 4% mayor de 65 años, en 2010 el 38% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 55% estaba entre 20 a 64 años y el 7% mayor de 65 años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 34% de la población va a tener entre 0 a 19 años, el 58% entre 20 a 64 años y el 8% mayor de 65 años.

En Barranquilla mientras que en 1985 el 47% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 48% estaba entre 20 a 64 años y el 5% mayor de 65 años, en 2010 el 35% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 58% estaba entre 20 a 64 años y el 7% mayor de 65 años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 31% de la población va a tener entre 0 a 19 años, el 60% entre 20 a 64 años y el 9% mayor de 65 años.

En Bogotá mientras que en 1985 el 46% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 50% estaba entre 20 a 64 años y el 4% mayor de 65 años, en 2010 el 34% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 60% estaba entre 20 a 64 años y el 6% mayor de 65 años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 29% de la población va a tener entre 0 a 19 años, el 62% entre 20 a 64 años y el 9% mayor de 65 años.

En Bucaramanga mientras que en 1985 el 42% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 53% estaba entre 20 a 64 años y el 5% mayor de 65 años, en 2010 el 32% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 60% estaba entre 20 a 64 años y el 8% mayor de 65 años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 27% de la población va a tener entre 0 a 19 años, el 62% entre 20 a 64 años y el 10% mayor de 65 años.

Actualmente estamos viviendo en Barranquilla y en las ciudades colombianas una oportunidad que no podemos desaprovechar debido a las dinámicas poblacionales que se están viviendo tanto en Colombia como en varios países latinoamericanos.  Se trata del cambio de la estructura poblacional por rango de edades, en donde pasamos a una mayor proporción de adultos, una cada vez menor proporción de jóvenes y donde aún se mantiene una pequeña proporción de adultos mayores.

Esta característica de la población ofrece una oportunidad única a las ciudades para lograr desarrollarse y  la cual no podemos dejar perder. Durante este lapso de tiempo la relación entre número de adultos en edades productivas frente a niños y jóvenes disminuirá, y la relación frente a los adultos mayores seguirá siendo baja.  Esto significa una mayor proporción de personas haciendo parte de base tributaria potencial, personas que en su gran mayoría tendrán pocos niños y adultos mayores que atender en comparación con décadas pasadas.

Debido a lo anterior, en esta etapa tendremos la oportunidad de tener una alta proporción de personas trabajando, generando ingresos,  pagando impuestos y con mayor capacidad de ahorro. Pero el aprovechamiento de estas ventajas no se da solo, tenemos que aplicar las políticas  adecuadas en la ciudad para beneficiarnos de esta condición.

Grafico. Evolución de porcentajes de grupos poblacionales en Colombia, Bogotá, Barranquilla y Bucaramanga de 1985 a 2020.


Fuente: DANE.

Retos:

Teniendo en cuenta de la evolución de la estructura poblacional en Barranquilla se plantean unos retos que debemos resolver como ciudad. Hay que tener en cuenta que muchas de las medidas para afrontar a estos retos no tienen resultados inmediatos sino que pueden pasar muchos años para observar la respuesta de una política implementada hoy. Tenemos que tener una proyección del futuro que queremos de nuestra ciudad ya que la preparación y composición de nuestra actual mano de obra es el resultado de políticas públicas y dinámicas sociales que se dieron años atrás y por tanto quienes sean los ciudadanos del futuro depende en gran parte en lo que implementemos hoy.

-          Necesitamos ser capaces de capacitar y emplear a los jóvenes que llegan a la edad adulta. Esta educación no solo debe ser de calidad sino también pertinente para las necesidades de la ciudad y región. Actualmente los niveles de calidad de la educación que le brindamos a nuestros jóvenes de acuerdo con las pruebas SABER de 2010 son menores que en otras ciudades como Bogotá o Bucaramanga.

-          Otro reto  en educación es que debido a los cambios demográficos cada vez habrá menos niños que educar por lo que podemos darle educación de mejor calidad. Un menor número de niños por contribuyente permite tener un mayor gasto en educación por niño, y brindarle educación de mayor calidad.

-          En vivienda tenemos que ser capaces de poder absorber una demanda mayor  en nuevas viviendas para nuevos hogares. El reto en este punto es que venimos de un déficit cuantitativo de vivienda aún no subsanado y  pasados 6 años del censo realizado por el DANE no se ha vuelto a calcular.

-          En empleo, actualmente gran parte de las personas ocupadas están en el sector informal, en donde directamente no pagan impuestos al distrito. Si logramos que gran parte de los empleos sean formales lograremos un mayor recaudo de impuestos para las inversiones de la ciudad. El reto en este caso es la generación de las condiciones propicias  para la creación de empleo en el sector formal y de la formalización de los que eran informales.

-        Atención integral a la primera infancia: se ha demostrado que la atención que se le dé al niño durante esta etapa es la más importante para el desarrollo del niño y el aprendizaje.

-          En la parte ambiental, durante las próximas décadas continuara el cambio climático. Resulta importante que la ciudad comience a monitorear los cambios en el medio ambiente y comenzar a generar alertas tempranas frente arroyos y otros fenómenos naturales.