ANÁLISIS POBLACIONAL DEL DISTRITO DE BARRANQUILLA (COLOMBIA)
Juan Manuel Alvarado
jmalvarado@uninorte.edu.co
Las transformaciones demográficas
son uno de los actores principales del desarrollo de una ciudad o país al
moldear las necesidades de los habitantes de un país o territorio de acuerdo a
su estructura por cohortes de edad. Actualmente Colombia, Latinoamérica y por
tanto sus ciudades están viviendo un cambio demográfico que ya tuvo lugar en
Europa años atrás: cada año que pasa es menor la proporción de jóvenes como
porcentaje de la población total, aumenta la proporción de personas en edad
adulta, y todavía la proporción de las personas mayores de 65 años sigue siendo
baja.
Estos cambios en la estructura
poblacional de menos niños y más adultos con respecto al total de la población ofrece
una oportunidad única a las ciudades y países para lograr desarrollarse.
Durante este lapso de tiempo la relación entre número de adultos en edades
productivas frente a niños y jóvenes disminuirá, y la relación frente a los
adultos mayores seguirá siendo baja.
Esto significa una mayor proporción de personas haciendo parte de base
tributaria potencial, personas que en su gran mayoría tendrán pocos niños y
adultos mayores que atender en comparación con décadas pasadas. Es una etapa
que tendremos la oportunidad de tener una alta proporción de personas
trabajando, generando ingresos, pagando
impuestos y con mayor capacidad de ahorro.
Pero estos cambios demográficos
se llevan a cabo en distintas velocidades y han tenido lugar primero en unas
ciudades que en otras debido a los diferentes comportamientos de las variables
demográficas en el territorio (natalidad, mortalidad, migraciones), por lo que
es importante identificar en que etapa se encuentra el cambio demográfico y
como es la estructura poblacional en el territorio a estudiar. Adicional a
esto, debido a que la estructura poblacional está en constante cambio, no se
pueden realizar planificaciones de mediano y largo plazo y pensar en temas de
ciudad sin tener en cuenta el cambio en la estructura poblacional por cohortes
de edades.
Las modificaciones en la
estructura poblacional de una ciudad o país dependen de los cambios que han
tenido lugar en décadas pasadas en materia de mortalidad y fecundidad en ese
territorio, por tanto la estructura poblacional es difícil de modificar en el
corto plazo, y más bien sus efectos son visibles en el largo plazo. Por ejemplo
políticas educativas y de control de natalidad en adolecentes que conllevan a
la reducción de la tasa de natalidad tiene efectos en el largo plazo al tener
una menor proporción de niños que educar y una menor proporción de personas que
tener que enrolar en el sector productivo cuando esa persona se encuentre en
edad de trabajar.
Indicadores poblacionales
A continuación se presentaran
algunos indicadores demográficos que dan cuenta de la estructura poblacional del
Distrito de Barranquilla, y se compararan con las cifras presentadas en el país
como conjunto, y en ciudades tales como Bogotá y Bucaramanga basados en las
proyecciones DANE de población para el año 2010 en cada ente territorial. En
los casos de Barranquilla y Bucaramanga los datos se refieren al territorio
municipal como tal y no a su área metropolitana.
El primer
indicador a mostrar es la composición de pirámide poblacional, la cual muestra
como se encuentra distribuida la población de acuerdo a su estructura etaria
(rangos de edad por cada cinco años). Esta
pirámide presenta los porcentajes que tiene cada cohorte de edad con respecto a
la población total en 2010 en el distrito de Barranquilla. Según las
proyecciones DANE en ese año el 35,2% de la población estaban entre los 0 a 19
años, el 57,9% entre los 20 a 64 años y los mayores de 65 años correspondían al
6,9% de la población, y en donde el 51,6% de sus habitantes son mujeres
mientras que el 48,4% son hombres.
Si tenemos en
cuenta la proporción de población de acuerdo a los rangos de edades (cohortes)
encontramos que Barranquilla es una ciudad que tiene relativamente un mayor porcentaje de jóvenes que ciudades
como Bucaramanga en donde el porcentaje de personas entre 0 a 19 años es del
32,1%, de 20 a 64 años de 59,7% y
mayores de 65 años el 8,1%; y de Bogotá
la cual presenta un porcentaje de personas entre 0 a 19 años del 33,6%, de 20 a
64 años de 60,1% y mayores de 65 años el 6,3%; pero mayor a las cifras que
presenta el país como tal en donde el porcentaje de personas entre 0 a 19 años
es del 38,2%, de 20 a 64 años de 55% y
mayores de 65 años el 6,7%.
Estas
diferencias en los porcentajes con
cohortes de edad se ven reflejadas en la edad promedio de la población. Para el
año 2010 la edad promedio de la población en Colombia era de 30,2 años, en
Bogotá de 31,6 años, en Barranquilla de 31,1 años y en Bucaramanga de 32,7
años.
Gráfico. Pirámide poblacional Barranquilla
Fuente: DANE, proyecciones poblacionales 2010
Para comprar a
Barranquilla con otras ciudades, se tomaron varios indicadores utilizados a
nivel mundial para comparar y conocer la estructura poblacional de los
territorios. Revisando el índice de envejecimiento, el cual
presenta el grado de envejecimiento de la población y se calcula dividiendo el
número de habitantes mayores de 65 años entre los niños y jóvenes menores de 15
años, se observa que Bucaramanga presenta un mayor porcentaje de adultos
mayores frente a ciudades como Bogotá, o Barranquilla o el país como tal.
Mientras que en
Colombia hay 23,5 adultos mayores de 65 años por cada 100 niños y jóvenes
menores de 15 años, en Barranquilla el índice se ubica en 26,1, Bogotá en 25,6
y Bucaramanga en 34,8; esto se traduce a que en Colombia hay 4,2 niños menores
de 15 años por adulto mayor de 65 años, en Bogotá 3,9, en Barranquilla 3,8 y en
Bucaramanga 2,9.
Los resultados de
este indicador muestran que en Colombia la proporción de niños frente a los
adultos mayores aun el alta, pero que en las ciudades este porcentaje es
levemente menor pareciéndose mucho en este aspecto Bogotá y Barranquilla pero
alejándose de Bucaramanga en donde el porcentaje de adultos mayores con
respecto a los niños es mayor. Es importante resaltar que el índice de
envejecimiento va creciendo a medida que evoluciona la población en la
transición demográfica debido a la caída de la tasa de natalidad y debe
entenderse como la comparación del número de niños frente al número de ancianos
en el territorio.
Otro indicador a
tener en cuenta es la razón de dependencia, el cual se
calcula como la división del número de habitantes mayores de 65 años y menores
de 15 años sobre el número de habitantes en los 15 a los 64 años. Este
indicador muestra una relación de dependencia potencial de cuantas niños menores de 15 o ancianos debe mantener
o hacerse cargo en promedio una persona mayor de 15 y menor de 65 años. Esta
relación es potencial ya que no todas las personas mayores de 65 o menores de
15 están fuera del mercado laboral, y no todas las personas entre 15 a 64 se
encuentran económicamente activas, pero
si es bastante útil para cuantificar que tanto pesa la población que no está en
edad de trabajar frente a la que sí lo está. A diferencia del indicador
anterior que comparaba los grupos de edades de jóvenes y adultos mayores, este
indicador compara el tamaño de los adultos mayores y niños frente al tamaño del
grupo de adultos entre los 15 a 64 años.
Mientras que en
Colombia a 2010 la razón de dependencia era de 54,6 niños menores de 15 y
adultos mayores de 65 años por cada 100 adultos mayores de 15 a menores de 64
años, en Bogotá era 45, en Barranquilla 49,8 y en Bucaramanga 45,9. Este
indicador muestra que en Barranquilla el peso de la población joven y de
adultos mayores es superior a las ciudades de Bogotá y Bucaramanga. Entre mayor
sea la razón de dependencia mayor carga potencial tendrán los adultos en esa
ciudad. En las ciudades latinoamericanas una alta razón de dependencia se debe más
que todo al todavía alto porcentaje de la población menor de 15 años ya que el
porcentaje de ancianos en estas ciudades todavía sigue siendo relativamente
bajo.
El índice de estructura de la población en edad activa muestra el grado
de envejecimiento de la población en edad activa y se obtiene dividiendo el
número de habitantes entre los 40 y 64 años sobre el número de habitantes entre
los 15 a 39 años. Para calcular este índice comparamos el tamaño de la
generación en edad de trabajar más joven sobre el tamaño de la generación en
edad de trabajar con mayor edad. Entre menor sea el índice, más joven es la
estructura de la población en edad de trabajar en ese país o territorio.
En Colombia el
índice de estructura de la población activa es de 0,61, es decir que el tamaño
de la cohorte de población en edad de trabajar más joven (de 15 a 39 años) es
muy superior al tamaño de la cohorte de personas en edad de trabajar con mayor
edad (de 40 a 64 años) y el cual se puede leer como por cada 100 personas entre
los 15 a 39 años hay 61 personas entre los 40 a 64 años. Las otras ciudades colombianas que estamos
tomando como comparación tienen resultados similares: el Bogotá y Bucaramanga el índice toma el valor de 0,65
y en Barranquilla de 0,63.
El Índice de reemplazamiento de la población en edad
activa muestra a que porcentaje corresponde la proporción de personas que están a
punto de salir de la edad de trabajar con la cohorte de edad que en la práctica esta con mayores
posibilidades de entrar al mundo laboral. El cálculo de este índice corresponde
a la división del número de habitantes en la cohorte de los 60 a 64 años sobre
el número de habitantes entre los 15 a 19 años.
En Colombia el
índice de reemplazamiento de la población en edad activa se ubica en 32,1 resultados
el cual se puede leer de la siguiente manera: por cada 100 habitantes entre los
15 a 19 años hay en el país 32,1 habitantes entre los 60 a 64 años. En Bogotá
el índice se ubico en 37,5, en Bucaramanga en 39,5 y en Barranquilla en 35,9.
El Índice de Fritz muestra la proporción de la población
en la cohorte de 0 a 19 años en relación con la cohorte de 30 a 49 años la cual
se toma como base cien. Si el índice es mayor a 160 la población es considerada
como joven, si se encuentra entre 60 a 160 como madura, y si es menor de 60 se
considera vieja.
Según esto
Colombia y las ciudades que estamos usando como comparación se encuentran en
edad madura. El valor del Índice de Fritz en Colombia según los datos de 2010
fue de 146,7 mientras que en Bogotá fue de 114,1, en Barranquilla de 129,4 y en
Bucaramanga de 116. Esto se puede inferir que hay ciudades en donde la
población está más madura que en otras pero en general su población ya no es
joven y todavía le hace falta varios años de transformación de la estructura
poblacional para ser considerada como vieja.
El Índice de Sundbarg se calcula tomando como base el número
de habitantes entre los 15 a 49 años, comparándolo con los grupos de 0 a 14
años y de mayores de 50 años. Se define que si el porcentaje de los menores de
15 años con respecto a la población de 15 a 49 años supera al de los mayores de
50 años, la población es de carácter progresivo, si se igualan es estacionaria
y si el grupo de mayores de 50 años supera al de los jóvenes entonces es
regresiva.
En el caso de
Colombia, el porcentaje de habitantes entre los 0 a 14 años es del 54% frente
al 36% correspondientes a los mayores de 50 años por lo cual la población se
considera como progresiva, al igual que en Bogotá en donde el porcentaje de
habitantes entre los 0 a 14 años es del 44% frente al 35% correspondientes a
los mayores de 50 años, en Barranquilla el porcentaje de habitantes entre los 0
a 14 años es del 49% frente al 36% correspondientes a los mayores de 50 años, y
en Bucaramanga el porcentaje de habitantes entre los 0 a 14 años es del 42%
frente al 39% correspondientes a los mayores de 50 años por lo que se puede
considerar estacionaria.
El índice de Burgdöfer compara el
porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años frente a la población de 45 a 64
años. Si la población joven es mayor que la población adulta en esos rangos de
edad se considera que la población es joven, si son aproximadamente iguales se
considera a la población madura, y si es menor se considera a la población
vieja.
En Colombia el
porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años el del 19% mientras que la
población entre los 45 a 64 años es del 18%, por lo que la población puede
considerarse como madura. En el caso de Bogotá el porcentaje de habitantes
entre los 5 a 14 años el del 17% mientras que la población entre los 45 a 64
años es del 20%, por lo que la población puede considerarse como madura
tendiendo a vieja, en Barranquilla el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14
años el del 18% mientras que la población entre los 45 a 64 años es del 19%,
por lo que la población puede considerarse como madura, y en Bucaramanga el
porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años el del 16% mientras que la
población entre los 45 a 64 años es del 22%, por lo que la población puede
considerarse como madura tendiendo a vieja.
Tabla X. Indicadores demográficos de Colombia, Bogotá,
Barranquilla y Bucaramanga
INDICADOR
|
COLOMBIA
|
BOGOTÁ
|
BARRANQUILLA
|
BUCARAMANGA
|
Edad Promedio
|
30,2
|
31,6
|
31,1
|
32,7
|
Índice de envejecimiento
|
23,5
|
25,6
|
26,1
|
34,8
|
Número de menores de 15 años por adulto mayor de 65 años
|
4,2
|
3,9
|
3,8
|
2,9
|
Razón de dependencia
|
54,6
|
45,0
|
49,8
|
45,9
|
Índice de estructura población activa
|
0,61
|
0,65
|
0,63
|
0,65
|
Índice reemplazamiento población activa
|
32,1
|
37,5
|
35,9
|
39,5
|
Índice de Fritz
|
146,7
|
114,1
|
129,4
|
116,0
|
% población entre los 0 a 14 años
|
54%
|
44%
|
49%
|
42%
|
% población mayores de 50 años
|
36%
|
35%
|
36%
|
39%
|
Índice de Sundbarg
|
progresiva
|
progresiva
|
progresiva
|
estacionaria
|
% Población 5 a 14 años
|
19%
|
17%
|
18%
|
16%
|
% población 45 a 64 años
|
18%
|
20%
|
19%
|
20%
|
índice de Burgdöfer
|
madura
|
madura
|
madura
|
madura
|
Fuente: Datos DANE, cálculos propios
Proyecciones poblacionales
Revisando la
proyección de la población hacia 2020 y la evolución desde el año 1985 de la
estructura poblacional, se observa como la proporción de jóvenes en las
ciudades colombianas con respecto al tamaño de la población total cada vez va a
ser menor y el tamaño de la población adulta de 19 a 64 años y mayor de 65 años
va a crecer. Esto significa que en nuestras ciudades cada vez va a haber menos
niños que atender en el sector educativo, ya que hacia 2020 va a haber menor
proporción de niños con respecto a la población total que ahora, niños que
también podremos educar mejor si aumenta el empleo, ya que aumentaran la
proporción de personas en edades productivas lo que puede llevar a un aumento
de la recolección de impuestos.
Si observamos la
evolución de los porcentajes de jóvenes, adultos y adulto mayor desde 1985
hasta la proyección que elaboro el DANE a 2020 se observa que mientras que en
Colombia en 1985 el 48% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 48% estaba
entre 20 a 64 años y el 4% mayor de 65 años, en 2010 el 38% de la población
tenía entre 0 a 19 años, el 55% estaba entre 20 a 64 años y el 7% mayor de 65
años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 34% de la población va a tener
entre 0 a 19 años, el 58% entre 20 a 64 años y el 8% mayor de 65 años.
En Barranquilla
mientras que en 1985 el 47% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 48%
estaba entre 20 a 64 años y el 5% mayor de 65 años, en 2010 el 35% de la
población tenía entre 0 a 19 años, el 58% estaba entre 20 a 64 años y el 7%
mayor de 65 años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 31% de la población
va a tener entre 0 a 19 años, el 60% entre 20 a 64 años y el 9% mayor de 65
años.
En Bogotá mientras
que en 1985 el 46% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 50% estaba entre
20 a 64 años y el 4% mayor de 65 años, en 2010 el 34% de la población tenía
entre 0 a 19 años, el 60% estaba entre 20 a 64 años y el 6% mayor de 65 años, y
a proyecciones poblacionales de 2020 el 29% de la población va a tener entre 0
a 19 años, el 62% entre 20 a 64 años y el 9% mayor de 65 años.
En Bucaramanga
mientras que en 1985 el 42% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 53%
estaba entre 20 a 64 años y el 5% mayor de 65 años, en 2010 el 32% de la
población tenía entre 0 a 19 años, el 60% estaba entre 20 a 64 años y el 8%
mayor de 65 años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 27% de la población
va a tener entre 0 a 19 años, el 62% entre 20 a 64 años y el 10% mayor de 65
años.
Actualmente estamos viviendo en
Barranquilla y en las ciudades colombianas una oportunidad que no podemos
desaprovechar debido a las dinámicas poblacionales que se están viviendo tanto
en Colombia como en varios países latinoamericanos. Se trata del cambio de la estructura
poblacional por rango de edades, en donde pasamos a una mayor proporción de
adultos, una cada vez menor proporción de jóvenes y donde aún se mantiene una
pequeña proporción de adultos mayores.
Esta característica de la
población ofrece una oportunidad única a las ciudades para lograr desarrollarse
y la cual no podemos dejar perder.
Durante este lapso de tiempo la relación entre número de adultos en edades
productivas frente a niños y jóvenes disminuirá, y la relación frente a los
adultos mayores seguirá siendo baja.
Esto significa una mayor proporción de personas haciendo parte de base
tributaria potencial, personas que en su gran mayoría tendrán pocos niños y
adultos mayores que atender en comparación con décadas pasadas.
Debido a lo anterior, en
esta etapa tendremos la oportunidad de tener una alta proporción de personas
trabajando, generando ingresos, pagando
impuestos y con mayor capacidad de ahorro. Pero el aprovechamiento de estas
ventajas no se da solo, tenemos que aplicar las políticas adecuadas en la ciudad para beneficiarnos de
esta condición.
Grafico. Evolución de porcentajes de grupos poblacionales en
Colombia, Bogotá, Barranquilla y Bucaramanga de 1985 a 2020.
Fuente: DANE.
Retos:
Teniendo en cuenta de la
evolución de la estructura poblacional en Barranquilla se plantean unos retos
que debemos resolver como ciudad. Hay que tener en cuenta que muchas de las
medidas para afrontar a estos retos no tienen resultados inmediatos sino que pueden
pasar muchos años para observar la respuesta de una política implementada hoy.
Tenemos que tener una proyección del futuro que queremos de nuestra ciudad ya
que la preparación y composición de nuestra actual mano de obra es el resultado
de políticas públicas y dinámicas sociales que se dieron años atrás y por tanto
quienes sean los ciudadanos del futuro depende en gran parte en lo que
implementemos hoy.
-
Necesitamos ser capaces de capacitar y emplear a los
jóvenes que llegan a la edad adulta. Esta educación no solo debe ser de calidad
sino también pertinente para las necesidades de la ciudad y región. Actualmente
los niveles de calidad de la educación que le brindamos a nuestros jóvenes de
acuerdo con las pruebas SABER de 2010 son menores que en otras ciudades como
Bogotá o Bucaramanga.
-
Otro reto en
educación es que debido a los cambios demográficos cada vez habrá menos niños
que educar por lo que podemos darle educación de mejor calidad. Un menor número
de niños por contribuyente permite tener un mayor gasto en educación por niño,
y brindarle educación de mayor calidad.
-
En vivienda tenemos que ser capaces de poder absorber una
demanda mayor en nuevas viviendas para
nuevos hogares. El reto en este punto es que venimos de un déficit cuantitativo
de vivienda aún no subsanado y pasados 6
años del censo realizado por el DANE no se ha vuelto a calcular.
-
En empleo, actualmente gran parte de las personas
ocupadas están en el sector informal, en donde directamente no pagan impuestos
al distrito. Si logramos que gran parte de los empleos sean formales lograremos
un mayor recaudo de impuestos para las inversiones de la ciudad. El reto en
este caso es la generación de las condiciones propicias para la creación de empleo en el sector
formal y de la formalización de los que eran informales.
- Atención integral a la primera infancia: se ha demostrado
que la atención que se le dé al niño durante esta etapa es la más importante
para el desarrollo del niño y el aprendizaje.
-
En la parte ambiental, durante las próximas décadas
continuara el cambio climático. Resulta importante que la ciudad comience a
monitorear los cambios en el medio ambiente y comenzar a generar alertas
tempranas frente arroyos y otros fenómenos naturales.