Racionamiento de
gas en la costa norte de Colombia (Septiembre - Octubre de 2012)
La disyuntiva de
seguridad energética en el corto y largo plazo
Por: Juan Manuel
Alvarado
David Arturo García
En los últimos días de septiembre
y primeros días de octubre de 2012
varias empresas importantes de la costa atlántica que utilizan al gas natural como insumo para
su proceso productivo se enfrentaron a un racionamiento de este combustible
debido a razones coyunturales y
contractuales que resultaron en un aumento de la demanda de gas natural
en Colombia, una disminución de la oferta frente a los compromisos
contractuales ya existentes, y un acuerdo firmado en 2007 que se debe cumplir.
Las razones coyunturales y
contractuales del racionamiento:
•
Debe resaltarse el efecto que han tenido las
expectativas climáticas a mediano plazo frente a un año Niño por parte de los
agentes hidroeléctricos los cuales han motivado a un aumento del costo de oportunidad
del agua para estos agentes y por tanto
un aumento del precio por MWh en la bolsa de energía, que ha conllevado a una
mayor demanda de gas natural para generar energía por parte de los
termoeléctricos.
•
Ante el cambio climatológico esperado para los
próximos meses en el país, afecto frente a los compromisos contractuales ya
establecidos, la no entrada del campo de gas Cupiagua de Ecopetrol en agosto
del presente año.
•
Los contratos a las empresas de gas a los cuales
se les raciono el servicio en la costa norte colombiana son atendidos con
contratos con gas interrumpible, mientras que el vendido a Venezuela son
atendidos con un contrato de gas ininterrumpible (son a un mayor precio).
Si bien en las ultimas semanas se
dieron unos factores coyunturales que llevaron a cortar el suministro a algunas
de nuestras empresas, en nuestra opinión, el racionamiento actual es una
consecuencia del modelo implantado en nuestro país luego de la reforma a los servicios públicos en
1994. Esto se debe a que en el caso del gas de La Guajira, la empresa privada
es la encargada de explotar el gas natural de nuestro subsuelo y por tanto
al estar dirigida por el animo comercial de venderle la mayor
cantidad de gas posible al mejor postor (en este caso Venezuela), el Estado que
ya estableció unas reglas del juego en el pasado y actúa como regulador del
sistema, no puede hacer mucho para evitar este tipo de situaciones.
Por tanto, si bien el racionamiento puede evaluarse como
una situación perversa en el corto plazo
(en un momento de una alta demanda
superior a la oferta , se prioriza el
envío del gas de origen colombiano a la
industria venezolana, racionando en envío del energético a algunas empresas
colombianas) en el ojo del largo plazo
debe ser vista esta situación incomoda para la industria local pero necesaria
para preservar la seguridad energética en el país con el cumplimiento de
acuerdos presentes y los futuros, la razón: En el 2007 se firmo un acuerdo
modificado en 2011 en el cual se estipula que Venezuela a partir de 2014
enviara durante 16 años gas natural a Colombia.
Por tanto, el llevar a cabo en
este momento la propuesta del congresista Name Cardozo de declarar un
racionamiento programado con el fin de darle prioridad a la entrega interna de gas
sobre el compromiso de exportaciones sin importar las características
contractuales firmadas sentaría un precedente negativo para la futura prestación del servicio en el caso de requerir el gas
venezolano y existir una coyuntura complicada (ej: climática) en ambos países.
Esto es, afectaría nuestra seguridad energética futura en el sentido de tener
disponible una fuente energética asegurada para nuestras empresas , hogares y
vehículos en caso de requerirla.
¿qué dice el Acuerdo?
El 11 de mayo de 2007 Ecopetrol
firmo un contrato a 20 años con PDVSA el
cual contempla que durante los primeros 4 años Colombia le suministraría gas a Venezuela y
los restantes 16 años, Venezuela le suministraría su gas a Colombia. Si bien el
contrato ya tuvo su primera modificación a finales de 2011 debido a la
dificultad de Venezuela de suministrar gas a Colombia, llevando a la expansión
de dos años y medio mas del suministro
del gas colombiano al vecino país, este debe verse en nuestra opinión con
visión de largo plazo como un respaldo
energético para cubrir la mayor demanda industrial, residencia y vehicular de
las próximas dos décadas, y el cual esta definido con un precio conocido de
acuerdo a la resolución CREG No.119 de 2005, y en caso de ser necesario tendría
un menor costo para los colombianos que el gas licuado.
A modo de conclusión:
El racionamiento de gas que se presento en días anteriores es una
situación que tiene repercusiones económicas negativas en la industria
local. Lamentablemente, esta situación
no puede ser sorteada de la forma
propuesta por el congresista Name Cardozo debido a las reglas de juego que
ordenan en el sector del gas natural en
Colombia y al acuerdo firmado entre Ecopetrol y PDVSA en 2007. Declarar un racionamiento programado repercutiría
en la seguridad energética futura de Colombia al dejar abierta la ventana para el país
vecino país de poder incumplir con el acuerdo en el futuro cuando la
situación no sea favorable para ellos. Debemos estar seguros que en el caso de
necesitar el gas natural venezolano en
el futuro, este este disponible en firme y sin interrupciones.
Juan Manuel Alvarado (Maestría en Economía – Universidad del
Norte) – juan87alvarado@hotmail.com
David Arturo García (Maestría en Economía – Universidad del
Norte)