miércoles, 10 de octubre de 2012


Racionamiento de gas en la costa norte de Colombia (Septiembre - Octubre de 2012)

La disyuntiva de seguridad energética en el corto y largo plazo

  
Por: Juan Manuel Alvarado
David Arturo García


En los últimos días de septiembre y primeros días de octubre de 2012  varias empresas importantes de la costa atlántica  que utilizan al gas natural como insumo para su proceso productivo se enfrentaron a un racionamiento de este combustible debido a razones coyunturales y  contractuales que resultaron en un aumento de la demanda de gas natural en Colombia, una disminución de la oferta frente a los compromisos contractuales ya existentes, y un acuerdo firmado en 2007 que se debe cumplir.


Las razones coyunturales y contractuales del racionamiento:

                     Debe resaltarse el efecto que han tenido las expectativas climáticas a mediano plazo frente a un año Niño por parte de los agentes hidroeléctricos los cuales han motivado a un aumento del costo de oportunidad del agua  para estos agentes y por tanto un aumento del precio por MWh en la bolsa de energía, que ha conllevado a una mayor demanda de gas natural para generar energía por parte de los termoeléctricos.

                     Ante el cambio climatológico esperado para los próximos meses en el país, afecto frente a los compromisos contractuales ya establecidos, la no entrada del campo de gas Cupiagua de Ecopetrol en agosto del presente año.

                     Los contratos a las empresas de gas a los cuales se les raciono el servicio en la costa norte colombiana son atendidos con contratos con gas interrumpible, mientras que el vendido a Venezuela son atendidos con un contrato de gas ininterrumpible (son a un mayor precio).


Si bien en las ultimas semanas se dieron unos factores coyunturales que llevaron a cortar el suministro a algunas de nuestras empresas, en nuestra opinión, el racionamiento actual es una consecuencia del modelo implantado en nuestro país luego  de la reforma a los servicios públicos en 1994. Esto se debe a que en el caso del gas de La Guajira, la empresa privada es la encargada de explotar el gas natural de nuestro subsuelo y por tanto al  estar dirigida  por el animo comercial de venderle la mayor cantidad de gas posible al mejor postor (en este caso Venezuela), el Estado que ya estableció unas reglas del juego en el pasado y actúa como regulador del sistema, no puede hacer mucho para evitar este tipo de situaciones.


Por tanto,  si bien el racionamiento puede evaluarse como una situación perversa  en el corto plazo (en un momento de  una alta demanda superior a la oferta , se prioriza  el envío del gas de  origen colombiano a la industria venezolana, racionando en envío del energético a algunas empresas colombianas) en el ojo del  largo plazo debe ser vista esta situación incomoda para la industria local pero necesaria para preservar la seguridad energética en el país con el cumplimiento de acuerdos presentes y los futuros, la razón: En el 2007 se firmo un acuerdo modificado en 2011 en el cual se estipula que Venezuela a partir de 2014 enviara durante 16 años gas natural a Colombia.

Por tanto, el llevar a cabo en este momento la propuesta del congresista Name Cardozo de declarar un racionamiento programado con el fin de darle prioridad a la entrega interna de gas sobre el compromiso de exportaciones sin importar las características contractuales firmadas sentaría un precedente negativo  para la futura prestación  del servicio en el caso de requerir el gas venezolano y existir una coyuntura complicada (ej: climática) en ambos países. Esto es, afectaría nuestra seguridad energética futura en el sentido de tener disponible una fuente energética asegurada para nuestras empresas , hogares y vehículos en caso de requerirla.

¿qué dice el Acuerdo?

El 11 de mayo de 2007 Ecopetrol firmo un contrato a 20 años con  PDVSA el cual  contempla que durante  los primeros 4 años  Colombia le suministraría gas a Venezuela y los restantes 16 años, Venezuela le suministraría su gas a Colombia. Si bien el contrato ya tuvo su primera modificación a finales de 2011 debido a la dificultad de Venezuela de suministrar gas a Colombia, llevando a la expansión de  dos años y medio mas del suministro del gas colombiano al vecino país, este debe verse en nuestra opinión con visión de largo plazo  como un respaldo energético para cubrir la mayor demanda industrial, residencia y vehicular de las próximas dos décadas, y el cual esta definido con un precio conocido de acuerdo a la resolución CREG No.119 de 2005, y en caso de ser necesario tendría un menor costo para los colombianos que el gas licuado.

A modo de conclusión:

El racionamiento de gas  que se presento en días anteriores es una situación que tiene repercusiones económicas negativas en la industria local.  Lamentablemente, esta situación no puede ser sorteada  de la forma propuesta por el congresista Name Cardozo debido a las reglas de juego que ordenan en el sector del gas natural en  Colombia y al acuerdo firmado entre Ecopetrol y PDVSA en 2007.  Declarar un racionamiento programado repercutiría en la seguridad energética futura de Colombia al  dejar abierta la ventana para  el país  vecino país de poder incumplir con el acuerdo en el futuro cuando la situación no sea favorable para ellos. Debemos estar seguros que en el caso de necesitar el gas natural  venezolano en el futuro, este este disponible en firme y sin interrupciones. 



Juan Manuel Alvarado (Maestría en Economía – Universidad del Norte) – juan87alvarado@hotmail.com
David Arturo García (Maestría en Economía – Universidad del Norte)

domingo, 29 de abril de 2012


ANÁLISIS POBLACIONAL DEL DISTRITO DE BARRANQUILLA (COLOMBIA)

Juan Manuel Alvarado
jmalvarado@uninorte.edu.co

Las transformaciones demográficas son uno de los actores principales del desarrollo de una ciudad o país al moldear las necesidades de los habitantes de un país o territorio de acuerdo a su estructura por cohortes de edad. Actualmente Colombia, Latinoamérica y por tanto sus ciudades están viviendo un cambio demográfico que ya tuvo lugar en Europa años atrás: cada año que pasa es menor la proporción de jóvenes como porcentaje de la población total, aumenta la proporción de personas en edad adulta, y todavía la proporción de las personas mayores de 65 años sigue siendo baja.

Estos cambios en la estructura poblacional de menos niños y más adultos con respecto al total de la población ofrece una oportunidad única a las ciudades y países para lograr desarrollarse. Durante este lapso de tiempo la relación entre número de adultos en edades productivas frente a niños y jóvenes disminuirá, y la relación frente a los adultos mayores seguirá siendo baja.  Esto significa una mayor proporción de personas haciendo parte de base tributaria potencial, personas que en su gran mayoría tendrán pocos niños y adultos mayores que atender en comparación con décadas pasadas. Es una etapa que tendremos la oportunidad de tener una alta proporción de personas trabajando, generando ingresos,  pagando impuestos y con mayor capacidad de ahorro.

Pero estos cambios demográficos se llevan a cabo en distintas velocidades y han tenido lugar primero en unas ciudades que en otras debido a los diferentes comportamientos de las variables demográficas en el territorio (natalidad, mortalidad, migraciones), por lo que es importante identificar en que etapa se encuentra el cambio demográfico y como es la estructura poblacional en el territorio a estudiar. Adicional a esto, debido a que la estructura poblacional está en constante cambio, no se pueden realizar planificaciones de mediano y largo plazo y pensar en temas de ciudad sin tener en cuenta el cambio en la estructura poblacional por cohortes de edades.

Las modificaciones en la estructura poblacional de una ciudad o país dependen de los cambios que han tenido lugar en décadas pasadas en materia de mortalidad y fecundidad en ese territorio, por tanto la estructura poblacional es difícil de modificar en el corto plazo, y más bien sus efectos son visibles en el largo plazo. Por ejemplo políticas educativas y de control de natalidad en adolecentes que conllevan a la reducción de la tasa de natalidad tiene efectos en el largo plazo al tener una menor proporción de niños que educar y una menor proporción de personas que tener que enrolar en el sector productivo cuando esa persona se encuentre en edad de trabajar.

Indicadores poblacionales

A continuación se presentaran algunos indicadores demográficos que dan cuenta de la estructura poblacional del Distrito de Barranquilla, y se compararan con las cifras presentadas en el país como conjunto, y en ciudades tales como Bogotá y Bucaramanga basados en las proyecciones DANE de población para el año 2010 en cada ente territorial. En los casos de Barranquilla y Bucaramanga los datos se refieren al territorio municipal como tal y no a su área metropolitana.

El primer indicador a mostrar es la composición de pirámide poblacional, la cual muestra como se encuentra distribuida la población de acuerdo a su estructura etaria (rangos de edad por cada cinco años).  Esta pirámide presenta los porcentajes que tiene cada cohorte de edad con respecto a la población total en 2010 en el distrito de Barranquilla. Según las proyecciones DANE en ese año el 35,2% de la población estaban entre los 0 a 19 años, el 57,9% entre los 20 a 64 años y los mayores de 65 años correspondían al 6,9% de la población, y en donde el 51,6% de sus habitantes son mujeres mientras que el 48,4% son hombres.

Si tenemos en cuenta la proporción de población de acuerdo a los rangos de edades (cohortes) encontramos que Barranquilla es una ciudad que tiene relativamente  un mayor porcentaje de jóvenes que ciudades como Bucaramanga en donde el porcentaje de personas entre 0 a 19 años es del 32,1%, de 20 a 64 años  de 59,7% y mayores de 65 años  el 8,1%; y de Bogotá la cual presenta un porcentaje de personas entre 0 a 19 años del 33,6%, de 20 a 64 años de 60,1% y mayores de 65 años el 6,3%; pero mayor a las cifras que presenta el país como tal en donde el porcentaje de personas entre 0 a 19 años es del 38,2%, de 20 a 64 años  de 55% y mayores de 65 años  el 6,7%.

Estas diferencias  en los porcentajes con cohortes de edad se ven reflejadas en la edad promedio de la población. Para el año 2010 la edad promedio de la población en Colombia era de 30,2 años, en Bogotá de 31,6 años, en Barranquilla de 31,1 años y en Bucaramanga de 32,7 años.

Gráfico. Pirámide poblacional Barranquilla


Fuente: DANE, proyecciones poblacionales 2010

Para comprar a Barranquilla con otras ciudades, se tomaron varios indicadores utilizados a nivel mundial para comparar y conocer la estructura poblacional de los territorios.  Revisando el índice de envejecimiento, el cual presenta el grado de envejecimiento de la población y se calcula dividiendo el número de habitantes mayores de 65 años entre los niños y jóvenes menores de 15 años, se observa que Bucaramanga presenta un mayor porcentaje de adultos mayores frente a ciudades como Bogotá, o Barranquilla o el país como tal. 

Mientras que en Colombia hay 23,5 adultos mayores de 65 años por cada 100 niños y jóvenes menores de 15 años, en Barranquilla el índice se ubica en 26,1, Bogotá en 25,6 y Bucaramanga en 34,8; esto se traduce a que en Colombia hay 4,2 niños menores de 15 años por adulto mayor de 65 años, en Bogotá 3,9, en Barranquilla 3,8 y en Bucaramanga 2,9.  

Los resultados de este indicador muestran que en Colombia la proporción de niños frente a los adultos mayores aun el alta, pero que en las ciudades este porcentaje es levemente menor pareciéndose mucho en este aspecto Bogotá y Barranquilla pero alejándose de Bucaramanga en donde el porcentaje de adultos mayores con respecto a los niños es mayor. Es importante resaltar que el índice de envejecimiento va creciendo a medida que evoluciona la población en la transición demográfica debido a la caída de la tasa de natalidad y debe entenderse como la comparación del número de niños frente al número de ancianos en el territorio.

Otro indicador a tener en cuenta es la razón de dependencia, el cual se calcula como la división del número de habitantes mayores de 65 años y menores de 15 años sobre el número de habitantes en los 15 a los 64 años. Este indicador muestra una relación de dependencia potencial de cuantas  niños menores de 15 o ancianos debe mantener o hacerse cargo en promedio una persona mayor de 15 y menor de 65 años. Esta relación es potencial ya que no todas las personas mayores de 65 o menores de 15 están fuera del mercado laboral, y no todas las personas entre 15 a 64 se encuentran  económicamente activas, pero si es bastante útil para cuantificar que tanto pesa la población que no está en edad de trabajar frente a la que sí lo está. A diferencia del indicador anterior que comparaba los grupos de edades de jóvenes y adultos mayores, este indicador compara el tamaño de los adultos mayores y niños frente al tamaño del grupo de adultos entre los 15 a 64 años.

Mientras que en Colombia a 2010 la razón de dependencia era de 54,6 niños menores de 15 y adultos mayores de 65 años por cada 100 adultos mayores de 15 a menores de 64 años, en Bogotá era 45, en Barranquilla 49,8 y en Bucaramanga 45,9. Este indicador muestra que en Barranquilla el peso de la población joven y de adultos mayores es superior a las ciudades de Bogotá y Bucaramanga. Entre mayor sea la razón de dependencia mayor carga potencial tendrán los adultos en esa ciudad. En las ciudades latinoamericanas una alta razón de dependencia se debe más que todo al todavía alto porcentaje de la población menor de 15 años ya que el porcentaje de ancianos en estas ciudades todavía sigue siendo relativamente bajo.

El índice de estructura de la población en edad activa muestra el grado de envejecimiento de la población en edad activa y se obtiene dividiendo el número de habitantes entre los 40 y 64 años sobre el número de habitantes entre los 15 a 39 años. Para calcular este índice comparamos el tamaño de la generación en edad de trabajar más joven sobre el tamaño de la generación en edad de trabajar con mayor edad. Entre menor sea el índice, más joven es la estructura de la población en edad de trabajar en ese país o territorio.

En Colombia el índice de estructura de la población activa es de 0,61, es decir que el tamaño de la cohorte de población en edad de trabajar más joven (de 15 a 39 años) es muy superior al tamaño de la cohorte de personas en edad de trabajar con mayor edad (de 40 a 64 años) y el cual se puede leer como por cada 100 personas entre los 15 a 39 años hay 61 personas entre los 40 a 64 años.  Las otras ciudades colombianas que estamos tomando como comparación tienen resultados similares: el Bogotá  y Bucaramanga el índice toma el valor de 0,65 y en Barranquilla de 0,63.

El Índice de reemplazamiento de la población en edad activa muestra a que porcentaje corresponde la proporción de personas que están a punto de salir de la edad de trabajar con la cohorte  de edad que en la práctica esta con mayores posibilidades de entrar al mundo laboral. El cálculo de este índice corresponde a la división del número de habitantes en la cohorte de los 60 a 64 años sobre el número de habitantes entre los 15 a 19 años.

En Colombia el índice de reemplazamiento de la población en edad activa se ubica en 32,1 resultados el cual se puede leer de la siguiente manera: por cada 100 habitantes entre los 15 a 19 años hay en el país 32,1 habitantes entre los 60 a 64 años. En Bogotá el índice se ubico en 37,5, en Bucaramanga en 39,5 y en Barranquilla en 35,9.

El Índice de Fritz muestra la proporción de la población en la cohorte de 0 a 19 años en relación con la cohorte de 30 a 49 años la cual se toma como base cien. Si el índice es mayor a 160 la población es considerada como joven, si se encuentra entre 60 a 160 como madura, y si es menor de 60 se considera vieja.

Según esto Colombia y las ciudades que estamos usando como comparación se encuentran en edad madura. El valor del Índice de Fritz en Colombia según los datos de 2010 fue de 146,7 mientras que en Bogotá fue de 114,1, en Barranquilla de 129,4 y en Bucaramanga de 116. Esto se puede inferir que hay ciudades en donde la población está más madura que en otras pero en general su población ya no es joven y todavía le hace falta varios años de transformación de la estructura poblacional para ser considerada como vieja.

El Índice de Sundbarg se calcula tomando como base el número de habitantes entre los 15 a 49 años, comparándolo con los grupos de 0 a 14 años y de mayores de 50 años. Se define que si el porcentaje de los menores de 15 años con respecto a la población de 15 a 49 años supera al de los mayores de 50 años, la población es de carácter progresivo, si se igualan es estacionaria y si el grupo de mayores de 50 años supera al de los jóvenes entonces es regresiva.

En el caso de Colombia, el porcentaje de habitantes entre los 0 a 14 años es del 54% frente al 36% correspondientes a los mayores de 50 años por lo cual la población se considera como progresiva, al igual que en Bogotá en donde el porcentaje de habitantes entre los 0 a 14 años es del 44% frente al 35% correspondientes a los mayores de 50 años, en Barranquilla el porcentaje de habitantes entre los 0 a 14 años es del 49% frente al 36% correspondientes a los mayores de 50 años, y en Bucaramanga el porcentaje de habitantes entre los 0 a 14 años es del 42% frente al 39% correspondientes a los mayores de 50 años por lo que se puede considerar estacionaria.

El índice de Burgdöfer compara el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años frente a la población de 45 a 64 años. Si la población joven es mayor que la población adulta en esos rangos de edad se considera que la población es joven, si son aproximadamente iguales se considera a la población madura, y si es menor se considera a la población vieja.

En Colombia el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años el del 19% mientras que la población entre los 45 a 64 años es del 18%, por lo que la población puede considerarse como madura. En el caso de Bogotá el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años el del 17% mientras que la población entre los 45 a 64 años es del 20%, por lo que la población puede considerarse como madura tendiendo a vieja, en Barranquilla el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años el del 18% mientras que la población entre los 45 a 64 años es del 19%, por lo que la población puede considerarse como madura, y en Bucaramanga el porcentaje de habitantes entre los 5 a 14 años el del 16% mientras que la población entre los 45 a 64 años es del 22%, por lo que la población puede considerarse como madura tendiendo a vieja.

Tabla X. Indicadores demográficos de Colombia, Bogotá, Barranquilla y Bucaramanga

INDICADOR
COLOMBIA
BOGOTÁ
BARRANQUILLA
BUCARAMANGA
Edad Promedio
30,2
31,6
31,1
32,7
Índice de envejecimiento
23,5
25,6
26,1
34,8
Número de menores de 15 años por adulto mayor de 65 años
4,2
3,9
3,8
2,9
Razón de dependencia
54,6
45,0
49,8
45,9
Índice de estructura población activa
0,61
0,65
0,63
0,65
Índice reemplazamiento población activa
32,1
37,5
35,9
39,5
Índice de Fritz
146,7
114,1
129,4
116,0
% población entre los 0 a 14 años
54%
44%
49%
42%
% población mayores de 50 años
36%
35%
36%
39%
Índice de Sundbarg
progresiva
progresiva
progresiva
estacionaria
% Población 5 a 14 años
19%
17%
18%
16%
% población 45 a 64 años
18%
20%
19%
20%
índice de Burgdöfer
madura
madura
madura
madura
Fuente: Datos DANE, cálculos propios

Proyecciones poblacionales

Revisando la proyección de la población hacia 2020 y la evolución desde el año 1985 de la estructura poblacional, se observa como la proporción de jóvenes en las ciudades colombianas con respecto al tamaño de la población total cada vez va a ser menor y el tamaño de la población adulta de 19 a 64 años y mayor de 65 años va a crecer. Esto significa que en nuestras ciudades cada vez va a haber menos niños que atender en el sector educativo, ya que hacia 2020 va a haber menor proporción de niños con respecto a la población total que ahora, niños que también podremos educar mejor si aumenta el empleo, ya que aumentaran la proporción de personas en edades productivas lo que puede llevar a un aumento de la recolección de impuestos.

Si observamos la evolución de los porcentajes de jóvenes, adultos y adulto mayor desde 1985 hasta la proyección que elaboro el DANE a 2020 se observa que mientras que en Colombia en 1985 el 48% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 48% estaba entre 20 a 64 años y el 4% mayor de 65 años, en 2010 el 38% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 55% estaba entre 20 a 64 años y el 7% mayor de 65 años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 34% de la población va a tener entre 0 a 19 años, el 58% entre 20 a 64 años y el 8% mayor de 65 años.

En Barranquilla mientras que en 1985 el 47% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 48% estaba entre 20 a 64 años y el 5% mayor de 65 años, en 2010 el 35% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 58% estaba entre 20 a 64 años y el 7% mayor de 65 años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 31% de la población va a tener entre 0 a 19 años, el 60% entre 20 a 64 años y el 9% mayor de 65 años.

En Bogotá mientras que en 1985 el 46% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 50% estaba entre 20 a 64 años y el 4% mayor de 65 años, en 2010 el 34% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 60% estaba entre 20 a 64 años y el 6% mayor de 65 años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 29% de la población va a tener entre 0 a 19 años, el 62% entre 20 a 64 años y el 9% mayor de 65 años.

En Bucaramanga mientras que en 1985 el 42% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 53% estaba entre 20 a 64 años y el 5% mayor de 65 años, en 2010 el 32% de la población tenía entre 0 a 19 años, el 60% estaba entre 20 a 64 años y el 8% mayor de 65 años, y a proyecciones poblacionales de 2020 el 27% de la población va a tener entre 0 a 19 años, el 62% entre 20 a 64 años y el 10% mayor de 65 años.

Actualmente estamos viviendo en Barranquilla y en las ciudades colombianas una oportunidad que no podemos desaprovechar debido a las dinámicas poblacionales que se están viviendo tanto en Colombia como en varios países latinoamericanos.  Se trata del cambio de la estructura poblacional por rango de edades, en donde pasamos a una mayor proporción de adultos, una cada vez menor proporción de jóvenes y donde aún se mantiene una pequeña proporción de adultos mayores.

Esta característica de la población ofrece una oportunidad única a las ciudades para lograr desarrollarse y  la cual no podemos dejar perder. Durante este lapso de tiempo la relación entre número de adultos en edades productivas frente a niños y jóvenes disminuirá, y la relación frente a los adultos mayores seguirá siendo baja.  Esto significa una mayor proporción de personas haciendo parte de base tributaria potencial, personas que en su gran mayoría tendrán pocos niños y adultos mayores que atender en comparación con décadas pasadas.

Debido a lo anterior, en esta etapa tendremos la oportunidad de tener una alta proporción de personas trabajando, generando ingresos,  pagando impuestos y con mayor capacidad de ahorro. Pero el aprovechamiento de estas ventajas no se da solo, tenemos que aplicar las políticas  adecuadas en la ciudad para beneficiarnos de esta condición.

Grafico. Evolución de porcentajes de grupos poblacionales en Colombia, Bogotá, Barranquilla y Bucaramanga de 1985 a 2020.


Fuente: DANE.

Retos:

Teniendo en cuenta de la evolución de la estructura poblacional en Barranquilla se plantean unos retos que debemos resolver como ciudad. Hay que tener en cuenta que muchas de las medidas para afrontar a estos retos no tienen resultados inmediatos sino que pueden pasar muchos años para observar la respuesta de una política implementada hoy. Tenemos que tener una proyección del futuro que queremos de nuestra ciudad ya que la preparación y composición de nuestra actual mano de obra es el resultado de políticas públicas y dinámicas sociales que se dieron años atrás y por tanto quienes sean los ciudadanos del futuro depende en gran parte en lo que implementemos hoy.

-          Necesitamos ser capaces de capacitar y emplear a los jóvenes que llegan a la edad adulta. Esta educación no solo debe ser de calidad sino también pertinente para las necesidades de la ciudad y región. Actualmente los niveles de calidad de la educación que le brindamos a nuestros jóvenes de acuerdo con las pruebas SABER de 2010 son menores que en otras ciudades como Bogotá o Bucaramanga.

-          Otro reto  en educación es que debido a los cambios demográficos cada vez habrá menos niños que educar por lo que podemos darle educación de mejor calidad. Un menor número de niños por contribuyente permite tener un mayor gasto en educación por niño, y brindarle educación de mayor calidad.

-          En vivienda tenemos que ser capaces de poder absorber una demanda mayor  en nuevas viviendas para nuevos hogares. El reto en este punto es que venimos de un déficit cuantitativo de vivienda aún no subsanado y  pasados 6 años del censo realizado por el DANE no se ha vuelto a calcular.

-          En empleo, actualmente gran parte de las personas ocupadas están en el sector informal, en donde directamente no pagan impuestos al distrito. Si logramos que gran parte de los empleos sean formales lograremos un mayor recaudo de impuestos para las inversiones de la ciudad. El reto en este caso es la generación de las condiciones propicias  para la creación de empleo en el sector formal y de la formalización de los que eran informales.

-        Atención integral a la primera infancia: se ha demostrado que la atención que se le dé al niño durante esta etapa es la más importante para el desarrollo del niño y el aprendizaje.

-          En la parte ambiental, durante las próximas décadas continuara el cambio climático. Resulta importante que la ciudad comience a monitorear los cambios en el medio ambiente y comenzar a generar alertas tempranas frente arroyos y otros fenómenos naturales.  








sábado, 26 de noviembre de 2011

El Departamento Administrativo para la Prosperidad Social: significados y desafios para Barranquilla y el Atlántico


DARLE A LA LUCHA CONTRA  LA POBREZA LA PRIORIDAD QUE SE MERECE Y SE NECESITA

Nota acerca de nuevo departamento administrativo para la prosperidad social por parte de Juan Manuel Alvarado 

“Colombia tristemente es uno de los países más desiguales del planeta, nos ganan en desigualdad países como Angola o Haití, por eso no podemos tratar la pobreza como un mal menor, la pobreza es nuestro principal desafío, el principal reto de la nación, no solo un objetivo del gobierno sino de todos los empresarios, entidades comunitarias, de todos y cada uno de nosotros para decir a Colombia y al mundo que la reducción de la pobreza es nuestro objetivo”. Presidente Juan Manuel Santos

El gobierno del presidente Santos está realizando un cambio a la arquitectura del Estado con el fin de lograr el desarrollo socialmente incluyente que no se ha logrado hasta el momento en nuestro país. La idea de la creación del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social parece salir del nuevo paradigma de desarrollo que impera en Latinoamérica y en donde se resalta la necesidad y un papel más activo por parte del Estado, una democracia fortalecida y un enfoque hacia la igualdad.

Resulta evidente que todavía el país se encuentra diseñado en forma inequitativa, y en donde no se ha podido romper durante los últimos gobiernos las cruces de unos altos porcentajes de pobreza y desigualdad.

Lo más importante que se presenta con la creación del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social es  el darle ante la sociedad colombiana el puesto que se merece a la problemática de pobreza y desigualdad que vivimos hoy en día, al aceptarse la gran magnitud de la pobreza y la pobreza extrema en nuestro territorio y la necesidad de crear las herramientas necesarias desde el gobierno nacional para superarla lo más pronto posible.

Durante su mandato el presidente Santos se comprometió a enfocarse en atender las personas que viven en condiciones de pobreza extrema, con la intención de saldar una deuda histórica de nuestra sociedad. El ejecutivo esta enfilando las herramientas que están a su alcance para que nuestro país sea cada día menos desigual y en donde los buenos indicadores económicos benefician no solo unos pocos sino a la gran mayoría de la sociedad.

El Departamento Administrativo para la Prosperidad Social

El director del recién creado departamento Administrativo para la prosperidad Social, el cartagenero Bruce McMaster estuvo de visita en Barranquilla el día 24 de noviembre de 2011 con el fin de presentar en qué consiste, quien lo conforma y como va a funcionar el nuevo departamento.

El Departamento Administrativo para la Prosperidad Social, se creó el 3 de noviembre de 2011 con el fin de  crear un departamento para coordinar e integrar la política social y darle además a la política social el más alto nivel dentro de la estructura del Estado.

Se identifico que en el pasado las políticas sociales dependían de iniciativas de funcionarios y muchas veces se carecía de continuidad a través de los cambios del gobierno, por tanto se decidió que para lograr una continuidad de largo plazo en las políticas sociales se debía crear un departamento administrativo que no dependiera directamente de la Presidencia de la República.

¿Cuál es su Estructura?

Para la creación del nuevo Departamento Administrativo para la Prosperidad Social  se tomo la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional y se transformo en un departamento administrativo, siguiendo el mismo modelo de un ministerio.
Se le adscribiéndosele 5 entidades:
  •           Instituto Colombiano de Bienestar Familiar - ICBF, el cual hacia parte del Ministerio de Protección Social. Su actual director es Diego Molano
  •     Se creó la Unidad de Atención y Reparación de Víctimas para atenderlos  a los desplazados según lo que indica la ley y trabajar en coordinación con la unidad de tierras. Su directora es Paula Gaviria
  •       Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema, encargada  de la Red Unidos. Su director es Samuel Azout.
  •    Se creó el Centro de Memoria Histórica de las Víctimas del Conflicto Armado, creada por medio de la ley de víctimas con el fin de reconocer las víctimas de la violencia, y el decir la verdad por doloroso que sea.  Hace parte de la reparación a las víctimas.
  •    Se creó la Unidad de Consolidación y Reconstrucción Territorial, la cual es la encargada de llegar a aquellos territorios en donde el Estado no tiene presencia efectiva y brindarle todos los servicios necesarios. Su director es Álvaro Balcázar. 

La información recopilada por los cogestores será vital para formular buenas políticas públicas.

La Red Unidos será un gran aliado para la formulación de políticas públicas diferenciadas para la lucha contra la pobreza extrema en cada territorio. Actualmente los cogestores evalúan a las familias que viven en condición de vulnerabilidad en 45 temas y 9 dimensiones, y de acuerdo a los resultados de la evaluación proponen metas que cada familia debe cumplir, al mismo tiempo que le ofrece a la familia el servicio de 24 instituciones del Estado de acuerdo a sus necesidades.

La información recopilada por los cogestores de la Red Unidos será el insumo necesario para la formulación de políticas públicas de acuerdo a las necesidades de cada territorio. La pobreza y los problemas relacionados con esta que sufre el país es bastante grande y debe ser solucionada lo más pronto posible, pero debido a que los recursos humanos y económicos y humanos son limitados, la información recopilada servirá para priorizar.

La Meta: Sacar a 350.000 familias de la pobreza extrema a la pobreza en 4 años.

La reducción de la pobreza en nuestro país debe ser un esfuerzo de todos, con un compromiso constante de los gobierno, y aceptando que es un proceso de largo plazo. Actualmente en Colombia hay cerca de 17 millones de personas que son consideradas como pobres equivalentes al 37% de la población, y alrededor de 5,6 millones de personas viven en condiciones de pobreza extrema equivalentes al 12,7% de la población colombiana.

Según el director del  nuevo departamento administrativo la principal meta durante el cuatrienio del gobierno del presidente Santos es el de sacar 350 mil familias de la pobreza extrema, esto equivale a sacar cerca de un millón quinientas mil personas que viven en condición de indigencia. Para cumplir esta meta se contara durante 2012 con un presupuesto de 7,5 billones de pesos.

 Actualmente en Colombia son muchos las personas que viven en condiciones de pobreza y pobreza extrema, y que superen esta condición es una labor de varios años. Tenemos que tener en cuenta que  los programas no consisten solo en darles dinero a las personas sino en darle una posición en la sociedad y que la superación de la pobreza sea sostenible.

Las políticas se enfocaran en la región Caribe y Pacifica

La reducción de la pobreza se realizara trabajando con las regiones, enfocándose en el Caribe y en el Pacifico, en la cual se alojan la gran mayoría de personas que sufren de pobreza extrema. Actualmente en la Región Caribe el 49% de su población son pobres y el 25% sufre de pobreza extrema.

A 2010 las cifras de pobreza publicadas por el DNP indican que un millón de personas equivalentes al 43,8% de la población en el departamento del Atlántico vive en condiciones de pobreza y 210 mil personas viven en condiciones de pobreza extrema, equivalentes al 9,4% de la población. En el evento el gobernador electo del departamento del Atlántico, el señor Jose Antonio Segebre se comprometió a que la reducción de la pobreza extrema en el departamento seria su principal objetivo y trabajaría de la mano con el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social.

Unos recursos complementarios y los cuales se les puede dar uso para la erradicación de la pobreza extrema, siempre y cuando exista la voluntad política del gobernante en los municipios y departamentos, son los del fondo de compensación los cuales surgen de la reforma de regalías que se hizo en los meses pasados. Esperemos que los gobernantes de la Región Caribe tomen realmente como prioridad de su mandato el reducir la pobreza en su territorio, y lo que es mucho más importante, atender a aquellos que peor están.

Una propuesta: El sector privado y la sociedad civil organizada deben financiar estudios y programas para erradicar la pobreza en sus territorios de influencia.

La erradicación de la pobreza en nuestro territorio  no solo debe ser un compromiso de todos los actores de la sociedad  en cada uno de los municipios y departamentos del país sino que debe ser una realidad, tomando las medidas convenientes para comenzar a superar este problema,  por lo cual como primera medida debemos entender y aceptar la magnitud del problema y que requiere de muchos años de esfuerzos continuos. Seguido de esto debemos saber realmente cuantos pobres hay en nuestros municipios, para poder exigirles resultados a los mandatarios.

Hoy en día la medición de la pobreza que publica el DNP se hace por Áreas Metropolitanas, mientras que la lucha para erradicarla la hacen las administraciones municipales. En el Distrito de Barranquilla hace falta cuantificar cuantos pobres hay actualmente para que haya un responsable por los resultados y un líder para movilizar al sector privado y a la sociedad civil organizada.

Por ejemplo el Alcalde actual del Distrito no acepta su responsabilidad en la subida o bajada del porcentaje de pobreza argumentando que es una medición que incluye todos los municipios del Área Metropolitana. Por esta razón en nuestro territorio no se puede cuantificar si un alcalde está haciendo bien o mal las cosas en términos de la erradicación de la pobreza, y a la muestra está que los barranquilleros no sabremos nunca si el alcalde Alejandro Char cumplió el objetivo principal de su plan de desarrollo “oportunidades para todos” que era el de reducir la pobreza.

Para los próximos cuatro años necesitamos levantar una línea base del porcentaje de pobres con respecto a la población total para los cinco municipios del Área Metropolitana con su respectiva caracterización que permita elaborar políticas públicas diferenciales en cada municipio. Este esfuerzo se debe liderar desde el sector privado y la sociedad civil organizada y entenderse como un aporte hacia la causa de ser una sociedad más igualitaria.

Afortunadamente en el caso de la gobernación si sabremos gracias a las mediciones del DNP si en el Departamento del Atlántico se hicieron las cosas bien con respecto a la erradicación de la pobreza y la pobreza extrema. Actualmente hay 1 millón de pobres en el departamento, ¿Cuántos seremos en 2015?


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